"Una segunda vida" de Guillermo Acevedo y Norma Fuster
Una
pareja de arquitectos llamados Guillermo Acevedo y Norma Fuster toman una decisión
radical en su vida. Estos deciden tener un nuevo comienzo cuando compran una
propiedad abandonada, pero con mucho potencial, en el pueblo de Coamo. Como a esta
etapa le llamaban “una segunda vida” y contaban con experiencia en rehabilitación
de edificios, vivienda social y desarrollo urbano, deciden aplicarle el mismo enfoque
al pueblo de Coamo.
Trabajan
con el Teatro Hollywood, que además de incluir renovaciones interiores y aprovechan
el uso del espacio, mantienen su esencia. La fachada del teatro es muy
distintiva y, gracias a la consciencia de estos arquitectos, no se ve afectada
en la renovación. El Teatro Hollywood cuenta con una fachada art-deco y un
letrero que al ser restaurados no solo avivan el edificio, sino que también su
entorno es beneficiado.
La restauración
continua cuando se trabaja con la Posada San Blas, cuando se vuelve a dar vida
a la Escuela Hostos con una fachada colorida y elementos tropicales. Se
utilizaron los conocimientos en distribución de espacio para mejorar la Casa
Parroquial y se mejora un Hotel con un concepto tan fuerte como el ‘Hotel Ojo
de Agua”.
Todo
comenzó con una visión, pero se pudo haber quedado con la restauración de su casa.
La pareja de arquitectos decide dedicarse a mejorar la calidad de vida del
pueblo en el que ahora residen y contribuyen a la comunidad brindándole de su
tiempo y conocimientos.
Muchas
veces pensamos en construir estructuras nuevas o desde cero, pues la estructura
se prepara para lo que queremos ejecutar. Pero aquí se nos presenta un buen
ejemplo de como el restaurar estructuras antiguas, no solo ayuda a preservar el
ambiente y dejar espacios sin destruir, sino que le da vida a lugares que solían
tenerla.
Comentarios
Publicar un comentario