"Una segunda vida" de Guillermo Acevedo y Norma Fuster

    Una pareja de arquitectos llamados Guillermo Acevedo y Norma Fuster toman una decisión radical en su vida. Estos deciden tener un nuevo comienzo cuando compran una propiedad abandonada, pero con mucho potencial, en el pueblo de Coamo. Como a esta etapa le llamaban “una segunda vida” y contaban con experiencia en rehabilitación de edificios, vivienda social y desarrollo urbano, deciden aplicarle el mismo enfoque al pueblo de Coamo.


Los arquitectos Guillermo Acevedo y Norma Fuster
(imagen tomada de la edicion del 16 de julio de 2016 del Nuevo Dia)

    Trabajan con el Teatro Hollywood, que además de incluir renovaciones interiores y aprovechan el uso del espacio, mantienen su esencia. La fachada del teatro es muy distintiva y, gracias a la consciencia de estos arquitectos, no se ve afectada en la renovación. El Teatro Hollywood cuenta con una fachada art-deco y un letrero que al ser restaurados no solo avivan el edificio, sino que también su entorno es beneficiado.   

    La restauración continua cuando se trabaja con la Posada San Blas, cuando se vuelve a dar vida a la Escuela Hostos con una fachada colorida y elementos tropicales. Se utilizaron los conocimientos en distribución de espacio para mejorar la Casa Parroquial y se mejora un Hotel con un concepto tan fuerte como el ‘Hotel Ojo de Agua”.

    Todo comenzó con una visión, pero se pudo haber quedado con la restauración de su casa. La pareja de arquitectos decide dedicarse a mejorar la calidad de vida del pueblo en el que ahora residen y contribuyen a la comunidad brindándole de su tiempo y conocimientos.

    Muchas veces pensamos en construir estructuras nuevas o desde cero, pues la estructura se prepara para lo que queremos ejecutar. Pero aquí se nos presenta un buen ejemplo de como el restaurar estructuras antiguas, no solo ayuda a preservar el ambiente y dejar espacios sin destruir, sino que le da vida a lugares que solían tenerla.


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